viernes, 5 de marzo de 2010

Del tiempo, Gloria Bosch

Me falta tiempo para decirte cuánto te anhelo
pero no me sirven ni siquiera mis versos
ni los gestos ridículos que surgen del ego
ni una postal urgente
ni sucesivas llamadas de teléfono.
De nada me sirve abrirte mi pasado
ordenado en un viejo álbum de plástico
ni confeccionar una lista de mis amores
ni mostrarte tampoco las heridas de sable
que me dejaron tras hacer su equipaje.
Me falta tiempo, demasiado tiempo
para que traduzcas mi alma delante del fuego
pero ahora no es ni siquiera invierno
es un otoño extraño y caluroso
una estación de paso, un simple apeadero.
Quiero despedazar como niño hasta el último juguete del tiempo
y completar con mis dedos
las piezas del puzzle de tu cuerpo.
Tengo urgencia de ti, urgencia de tus besos
urgencia de leer los libros que no he leído.
Tengo premura de beberme la vida
de recuperar el tiempo perdido,
el tiempo donde tú y yo andábamos buscando
un despertar absoluto y cierto.
Ahora nos hallamos en un punto intermedio
esperando en el abismo a que el amor nos empuje
con las alas desplegadas de futuro incierto
con los pies atados a un árbol de recuerdos.
Aún tenemos recelo a que nos hieran de nuevo
somos combatientes que han amado sin armas
venimos de la batalla a pecho descubierto
con el alma todavía llena de metralla.
Y nos falta tiempo para otorgar el abrazo
para pasar inmunes las hojas del calendario.

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