martes, 23 de marzo de 2010

BIENVENIDO...




Sus pensamientos volaban inquietos... no quería que nada quedara al azar..La ducha le había sentado bien...el correr del agua por su cuerpo, la suavidad de su esponja recorriendo la piel le había dejado una extraña, pero agradable sensación... Depiló a conciencia sus piernas... su sexo... dejando apenas un pequeño hilo de vello... sabía que eso le encantaba... tanto, como la lencería que solía usar...
Era todo un placer ese ritual que le llevaba un tiempo... unas gotas de perfume tras sus orejas, en la nuca, en medio de sus senos, por detrás de sus rodillas... El minúsculo sujetador de encaje que realzaba sus senos, un tanga que tapaba lo justo como para intuir lo que se escondía en él... la suavidad de sus medias en perfecta armonía con la de sus piernas... Y sonreía... él tardaría mucho menos en hacer desaparecer todas esas prendas que ella en adaptarlas a su cuerpo...

El sonido del timbre en la puerta le avisó de su llegada...
Un largo y húmedo beso fue su saludo...Avanzó frente a ella para dejarla entre la pared y su boca... Sintió una mano acariciando su espalda, bajando hasta las nalgas descubiertas por el pequeño tanga... Otra se adentró por dentro de su blusa... masajeaba sus pechos... pellizcaba sus pezones que reaccionaron ante la suavidad y urgencia de esos roces...



Comenzó a deslizar los labios por su cuello, por sus pechos... los lamía y mordisqueaba con habilidad... y ella sentía cómo se deshacía en medio de gemidos de placer... descendía y descendía mientras abría más sus piernas en un impulso incontrolable... quería que llegara a calmar el fuego que sentía entre ellas... que bebiera de la esencia que hacía rato emanaba de su ser...

A él le gustaba prolongar esa dulce agonía... se acercaba muy despacio... abriendo con sus dedos su sexo para dejar a la vista su rosado clítoris... pasando la lengua lentamente de arriba hacia abajo... de abajo hacia arriba... buscando el punto donde ebulle el fuego de la lujuria, del deseo...mordisqueaba, succionaba, lamía con una lengua insaciable... adentrándola, saboreándola... En segundos un escalofrío recorrió su espalda...se desbordó como agua de río que él no dejaba de beber...hasta la última gota...

Deseaba corresponder a sus caricias... disfrutaba tanto como recibirlas... Ahora era ella la que se inclinaba de rodillas... a la altura de su boca se encontraba un sexo palpitante, erecto, duro, caliente, apetecible...

Se apoderó de él con sus manos para acercarlo más a sus labios...lascivamente lo pasó por ellos... sacó su lengua para que resbalara en toda su extensión... disfrutaba de su dulce sabor salado... dibujaba formas indefinidas, círculos, zig zag... el mundo se detuvo por un instante, concentrándose en lo que tenía dentro de su boca y que alcanzaba su garganta para luego salir, respirar, coger aire y volver a devorar...

El silencio se hizo patente cuando él derramó sobre ella toda la tensión acumulada tras un maravilloso orgasmo...
-Bienvenido a casa...
Amantehades.

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