sábado, 12 de diciembre de 2009

ALIVIANDO TENSIONES...

Había sido un día complicado...Se sentía tensa... le dolían los músculos y no deseaba otra cosa que llegar a casa...
Miguel Ángel la conocía perfectamente...tan sólo mirar sus ojos para entender que estaba agotada...
Un abrazo, un suave beso en los labios, un toque con sus labios en el cuello y la ayudó a quitarse la chaqueta...
-Si quieres puedes darte una ducha, la cena ya está lista.
Iris le agradeció el detalle y decidió seguir su consejo... Un buen rato sintiendo la tibieza del agua recorrer su cuerpo la haría sentirse mejor...
Les gustaba quedarse un rato charlando en su sofá antes de comer... era uno de los mágicos momentos del día... Pero por esta vez ese ritual sería pospuesto...
Miguel Ángel tomó su mano y la llevó a la habitación, le quitó el albornoz para dejarla completamente desnuda...
-Recuéstate, cierra los ojos y relájate...
Una suave música sonaba de fondo mientras le llegaba el aroma de unas velas perfumadas...Sobre su espalda sintió un cálido líquido que dejó una agradable sensación...´
Los hábiles dedos de Miguel Ángel comenzaron a extender el aceite con olor a romero y limón con movimientos lentos...llegaban a sus hombros y descendían por los brazos para volver a subir y descender por la espalda nuevamente... la cintura, sus nalgas...
Iris notaba ya los efectos... pero al igual que se relajaba sentía una extraña excitación...deseaba que esas caricias se prolongaran... que fueran más atrevidas... Sus hormonas sexuales se iban alterando y él lo sabía... vaya que sí...
-Date la vuelta... y ella, obediente, así lo hizo.
Volvió a dejar caer el aceite entre sus pechos... las gotas en sus senos se deslizaban con facilidad dirigiéndose hacia su ombligo... Él introdujo el dedo en ese pequeño charco... dibujó unos cuantos círculos y siguió su camino, bajando cada vez más... sin prisas...
De la garganta de Iris salió un gemido largo y profundo...Cómo deseaba que llegar a su zona más sensible...que se olvidara del resto del cuerpo y se concentrara sólo ahí...
-Tranquila... todo a su tiempo, escuchó decir, pero esta vez la voz le sonaba ronca, queda, entrecortada...
Él estaba igual que ella... Su pene firme, duro, erecto... Ahora era ese miembro el que rodaba lentamente entre sus pechos, llegaba a la cintura, acariciaba su sexo...
Y ella, abría las piernas deseando que se quedara dentro, que resbalara en su interior...
Pero no... quería que disfrutara sin prisa... tanto como lo estaba haciendo él... Introdujo el dedo medio por la apertura de la vagina de una manera suave pero decidida mientras que con el anular y el índice acariciaba el borde de los labios vaginales...Paraba de vez en cuando para pellizcar suavemente y soplar en el clítoris...
Ella sentía que no podía resistir más... sus gemidos se habían convertido en imparables jadeos...No tardaría en cruzar esa línea en la que conseguiría convertirse en un volcán en erupción... derramando la lava de su pasión, de su deseo...
Miguel Ángel se colocó nuevamente sobre ella... deslizándose ahora por ese camino suave, mojado, caliente que lo esperaba con ansiedad... Sus movimientos lentos duraron poco adquiriendo cada vez un vaivén más intenso... imparable...
Se habían subido a la cresta de la ola y juntos alcanzaron la orilla de la playa para descansar en ella...en calma... sin tensiones...

Amanthades.

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