viernes, 1 de enero de 2010

Alejandra Menassa - DEFINITIVAMENTE, ME RINDO AL FUEGO DE TU BOCA

 

No me advertiste que tenías un volcán en la boca,
me muero porque su lava invada todos mis rincones.
No me dijiste que tus labios eran la cuna del fuego:
mi ardiente Prometeo, robaré tus labios cada noche.
Como Ave Fénix, resurgiré de las cenizas
en las que me sume tu incandescente boca,
sólo para volver a besarte,
y volver a arder, y volver a besarte:
tus llamas son un imán para mi noche.
Seré tu Juana de Arco, quémame cada hora
en la hoguera que sobre mi cuerpo van construyendo tus palabras.
Hazme arder otra vez hasta fundirnos:
metales preciosos nuestros cuerpos.
Sé mi Nerón: prende fuego a tu Roma,
mi boca no entiende otro lenguaje que la llama de tus besos,
las pavesas del cielo, los refulgentes meteoritos de tus labios.
No te apagues jamás, no te extingas jamás,
la tea ardiente del deseo guarde para siempre
el inagotable calor de tus labios,
tus labios que derriten el hielo,
tus labios que me impregnan de luz,
tus labios: imprecación al fuego,
Tus labios: destino de mi boca,
estación final de mi deseo.

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